Intervenciones

Queridos Sr. Cardenal D. Fernando Sebastián, Sr. Arzobispo, hermanos en el episcopado, Sr. Alcalde de Sevilla, queridos Delegados Diocesanos de Enseñanza de Andalucía y de Cartagena, Tenerife y Canarias, que nos acompañan, representantes de organizaciones sindicales, patronales y de titulares de centros educativos, queridos profesores de religión.

Quiero que mis primeras palabras sean de agradecimiento a todos los profesores de religión que desarrollan su labor docente en Andalucía tanto en los centros públicos como en la escuela católica, puesto que éstos también tienen una amplia representación en este Congreso.

Vuestro trabajo, como enviados de vuestros Obispos y de la Iglesia, es una tarea evangelizadora de primer orden que merece la pena ser resaltada y agradecida. Especialmente si, como es el caso frecuente en los centros públicos, esta tarea debe ser realizada en condiciones poco favorables cuando no de oposición en muchos ambientes educativos.

Pero no nos engañemos, esta situación no es sino manifestación de una situación más profunda que viene acompañando a los cristianos desde los primeros tiempos, cuando recibieron el mandato evangélico de "Id y enseñad" (Mc 16,15), y no es otra que la dificultad de trabajar, al fin y al cabo, en territorio de misión, llevando a la Escuela el mensaje de Jesucristo.

1. Comienzo mi intervención saludando al señor cardenal don Fernando Sebastián, al señor Alcalde, D. Juan Ignacio Zoido, y a la señora Delegada del Educación y Cultura del  Ayuntamiento, Dña. María del Mar Estrella,  a quienes agradezco su presencia entre nosotros en esta mañana. Saludo también a los organizadores, el señor Obispo auxiliar, Delegado de los Obispos del Sur para el sector pastoral de la Enseñanza, a los señores Obispos de Huelva y Asidonia-Jerez, al Secretario Técnico, a los Delegados Diocesanos, a los representantes de Escuelas Católicas, de la CECE y de los Sindicatos. Saludo con especial gratitud y afecto, en nombre de los Obispos que servimos a la Iglesia en Andalucía, a los casi ochocientos profesores de Religión que os habéis dado cita en Sevilla para participar en este Congreso. Sed todos bienvenidos a nuestra Archidiócesis. A todos os manifiesto el afecto y el aprecio de los Obispas que servimos a la Iglesia en Andalucía; el afecto y además la solidaridad y el apoyo explícito en estos tiempos recios, en los que se dibujan en el horizonte no pocos nubarrones para la enseñanza religiosa escolar. 

2. Bien conocemos los Obispos las dificultades a las que os enfrentáis en vuestra tarea, la primera la secularización de la sociedad, que ha avanzado en los últimos años con una velocidad de vértigo. Occidente vive el presente olvidando sus raíces y su herencia cristiana. Son muchos los que en los últimos años han ido perdiendo el sentido de la vida, en un contexto social y cultural en el que el proyecto de vida cristiano se ve continuamente desdeñado y amenazado como un atavismo incompatible con la modernidad. (EE, 8). Los profesores de religión realizáis vuestra tarea en un clima de relativismo y de subjetivismo doctrinal y moral, que impide la transmisión de los valores objetivos y universales y dificulta el aprecio de la verdad y la búsqueda de un proyecto de vida claro y definido. A ello se añade la falta de interés de tantas familias y su escaso testimonio de vida cristiana ante sus hijos. En ocasiones, las dificultades con que os encontráis vienen de la hostilidad de los equipos directivos y de algunos miembros de los claustros, que a lo más toleran por imperativo legal vuestra presencia, pero siempre considerándoos como profesores de un rango inferior.

Querido D. Juan José, Arzobispo de Sevilla.

Estimado Sr. Alcalde de la Ciudad de Sevilla, D. Juan Ignacio Zoido.

Querido D. Santiago, obispo auxiliar de Sevilla y obispo delegado de los obispos del Sur para el tema de la enseñanza.

Querido amigo José Rafael, secretario técnico de Enseñanza de los Obispos del Sur.

Estimados ponentes y conferenciantes. Emmo. Sr. Cardenal D. Fernando.

Queridos invitados: miembros de las centrales sindicales representantes del profesorado de religión ante la Administración Educativa, miembros de la FERE-Escuelas Católicas y de la CECE, de los Instituticos Superiores de Ciencias Religiosas de Andalucía y de los centros que imparten la DECA.

Queridos Congresistas todos.

Buenos días y bienvenidos.

Quien les habla no habla en nombre propio sino en nombre de los delegados diocesanos de enseñanza de Andalucía y en su nombre les agradezco la presencia en este Congreso, cuyo lema es “llamados a ser luz”, que nos convoca y que coincide con un momento clave para la asignatura y el profesorado de religión.